De forma genérica, la
fracción de residuos textiles viene a representar el 4% de los residuos de
origen domiciliario (4,35% en Baleares según el Ministerio de Medioambiente).
Se calcula que el consumo de ropa por persona y año en países del primer mundo
oscila entre 7 y 10 kg. Según estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente
cada español-a produce cada año alrededor de 540 kgs de residuos, de los que la
fracción textil supone unos 10 kg. Se puede calcular rápidamente mediante una
simple operación aritmética la cantidad de residuos que se producen de estos
materiales en nuestra isla. Según estos datos podrían estar llegando al
vertedero de cala Llonga más 1500 Tm anuales, pero otras fuentes lo elevan
hasta las 3000 Tm anulaes. El reciclaje,
y sobre todo la reutilización de los residuos textiles, evitan que éstos se
acumulen en los vertederos, además de darles un nuevo uso a sus materiales.
Esta ropa, que normalmente es tratada como residuo, puede ser valorizada a través de la reutilización o el reciclaje. La salida ambientalmente más correcta seria la reutilización, pero para ello debe ser recogida selectivamente para posteriormente ser seleccionada en función de su estado. Muchas entidades sociales, como Deixalles y Caritas en la isla de Eivissa, se dedican a la recogida de ropa usada que después de pasar por un proceso de manipulación son comercializadas de forma directa o en mercados y establecimientos de segunda mano o exportada a mercados exteriores, así como entregadas a personas con pocos recursos. Esta actividad que lleva adelante las organizaciones de recuperación y reciclaje de textil proporciona ventajas tanto de carácter social como ambiental.
Hay que tener en
cuenta que la mejor opción para la ropa de la que nos deshacemos y que está en
buen estado es siempre la reutilización. De todas formas, siempre hay un
porcentaje de ropa que no puede ser introducida en el circuito de la
reutilización, pero aún así, normalmente tiene salida a través del reciclaje.
Los residuos textiles pueden ser utilizados en la elaboración de nuevas
materias primas. Para hacerlo se necesita clasificarlos por tipos de fibras
para que posteriormente se puedan volver a hilar. Este material, especialmente
en los tejidos de punto, puede después
ser utilizado por el sector de la confección en la fabricación de nueva ropa.
Las fibras recuperadas y recicladas también pueden ser trituradas y
posteriormente utilizadas en la fabricación de rellenos de colchones,
aislantes, soporte de alfombras, filtros, etc. El reciclaje de los residuos
textiles evita que éstos se acumulen en los vertederos además de dar una
continuidad al ciclo de vida del producto. Otra posibilidad para el reciclaje
de tejidos es la transformación como trapo industrial. Esta transformación la
realiza en Eivissa la Fundación Deixalles a partir de tejidos no reutilizables
con composición alta de algodón y suficiente poder de absorción, permitiendo
introducir el trapo de algodón en empresas demandantes a nivel local.
Hay alternativas por tanto que evitan que vuestra ropa vieja se
convierta en un residuo textil. Además de las posibilidades caseras de
reutilización y la customización, vale la pena depositarla en uno de los
contenedores (blancos o rojos) que las entidades sociales hemos puesto a la
disposición de la ciudadanía. Esta alternativa, además del impacto positivo
desde el punto de vista ambiental, tiene el valor añadido de que las entidades
sociales desarrollan acciones de inserción social en las que la roba es la
materia prima.
En el siguiente mapa teneis la disposición de los contenedores de ropa de Deixalles. La ubicación de los contenedores de Cáritas en los diferentes municipios de Eivissa la podreis descargar en el siguiente enlace.
En el siguiente mapa teneis la disposición de los contenedores de ropa de Deixalles. La ubicación de los contenedores de Cáritas en los diferentes municipios de Eivissa la podreis descargar en el siguiente enlace.
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